La influencia veneciana de Fortuny

Mariano Fortuny

El nombre de Fortuny se suele asociar a la edad de oro de la moda y el diseño venecianos.

Su legendario taller textil todavía conserva el secreto de los misteriosos métodos de producción que formulo el virtuoso español a principios del siglo XX.

Tras instalarse en la ciudad con su familia en 1889, Venecia influyó notablemente los diseños de Fortuny, en especial en su búsqueda de inspiración en el pasado. La ciudad fue el terreno de lanzamiento desde el que Fortuny se afirmó en los puestos más destacados del mundo de la moda a lo largo de su carrera.

En 1912 Mariano trabajaba incansablemente en una ambiciosa serie de proyectos en su magnífico taller, situado en la última planta de su casa del siglo XIII, el palacio Pesaro degli Orfei. Un maravilloso edificio gótico situado en el corazón de la ciudad, que Fortuny había transformado para satisfacer las numerosas necesidades de su taller, donde se ocupaba de todo: fotografía, diseño escenográfico, diseño textil y pintura. Un verdadero hombre del Renacimiento en todos los sentidos. En la actualidad el espacio es un museo dedicado a su trabajo.

No es un secreto que la ciudad de Venecia, su cultura y su historia se reflejan en la obra de Mariano Fortuny. Un hecho que le ha valido el apodo de el «mago de Venecia».

Las múltiples facetas culturales de la ciudad de procurar un donde trabajar. Ya fuera diseñando vestidos para las obras que representaban las ilustres compañías teatrales venecianas, colaborando con los numerosos arquitectos de la ciudad para aplicar su visión artística, o incorporando el famoso ojo veneciano a los detalles y a la alta calidad de sus tecnologías y diseños textiles. Fusionándolos con modelos inspirados en la fascinación que sentía Oriente.

Marcel Proust, un célebre novelista y crítico francés de la época, se inspiró en la codiciada calidad y en el misterio que rodeaba a las telas y diseños de Fortuny para escribir su obra A la búsqueda del tiempo perdido.

«He oído que un artista veneciano llamado Fortuny ha recuperado el secreto del oficio y que antes de que transcurran muchos años las mujeres podrán caminar en el extranjero, aún mejor, sentarse en casa sobre brocados tan suntuosos como aquellos con los que Venecia adornaba a sus hijas nobles, con motivos traídos de Oriente».

Una clara demostración de que el trabajo de Fortuny en Venecia estaba definiendo toda la producción artística de la ciudad.

En cualquier caso, en las obras de Fortuny hay una calidad intemporal que trasciende la Venecia de la Primera Guerra Mundial. A pesar de que los diseños se inspiraban en la rica historia de la ciudad en el ámbito del diseño y la cultura, al mismo tiempo hacían gala de una modernidad inigualable en los intrincados dibujos, en el uso de colores líquidos y superficies pictóricas.

Al igual muchos venecianos precedentes, Fortuny era un pensador del futuro, un enigma cultural y un maestro artesano que operaba con una mentalidad creativa, adelantada para su época.

Reciba una alerta Le informaremos cuando el producto llegue a stock. Deje su dirección de correo electrónico válida a continuación.